Momento de cantos en los Ejercicios de universitarios. Foto: Andrés Portela

¿Quién no desea una grandeza así?

Mensaje de Davide Prosperi a los Ejercicios espirituales de los universitarios de CL en España y las meditaciones de Tommaso Pedroli
Davide Prosperi

Queridos amigos:
Estos días os habéis reunido para volver a decir “sí” personalmente a la historia que nos ha puesto juntos. Al enviaros este saludo y agradecimiento a cada uno de vosotros, permitidme recordar el testimonio de nuestro querido amigo Carras, a quien el Señor llamó recientemente. Su vida fue un testimonio claro y fascinante de un “sí” total a Cristo dentro de esta historia. Y eso es lo que le hizo grande y padre de muchos de nosotros. Eso es lo que hizo posible que su funeral fuera la expresión de un pueblo que camina con certeza. ¿Quién no desea una grandeza así en su vida?

Como me contaba Jone cuando ella y Carras vinieron a Italia para abrir el Centro Internacional en Roma, obedeciendo a una petición del movimiento a través de don Giussani. Jone me decía que cuando aterrizaron en Roma pensaron: «¡Hoy quemamos las naves!». Una cosa así solo es razonable cuando uno camina con certeza. Una entrega sin reservas es lo que el mismo Jesús le pidió al joven rico: «¿Estás dispuesto a dejarlo todo?». La experiencia de una correspondencia con el corazón es lo que nos une a Cristo y no estaríamos aquí si algo no hubiera tocado profundamente nuestra humanidad.

Os deseo por tanto que podáis ser amigos entre vosotros para poder decir cada vez más radicalmente ese “sí” a Cristo, para “quemar las naves” de nuestras resistencias, de nuestros “si” y nuestros “pero”. De tal modo que las decisiones que toméis en la vida tengan siempre el gran horizonte que la presencia de Cristo otorga a nuestra existencia, dentro de esta historia siguiendo al Papa y a la Iglesia.

Un abrazo a cada uno de vosotros,
Davide Prosperi