Julián Carrón describía el momento actual, el desafío que todos afrontamos, como una batalla entre el ser y la nada. Imagino que esto os suena a chino, os resulta un tanto abstracto. Por eso voy a intentar describir de qué está hablando Julián. Porque aquello que no podáis identificar en vuestra experiencia («esto me pasa, esto no me pasa») es como si no existiera. Y es normal que digáis: «no lo entiendo, es abstracto».

Voy a intentar traducir a vuestro vocabulario, o a una experiencia comprensible, lo que significa la batalla entre el ser y la nada. En esta batalla se trata de saber si estoy solo (es decir, si no hay nada más allá de mis esfuerzos, de mis sentimientos) o no estoy solo (es decir, si hay algo interesante más allá de mis sentimientos y estados de ánimo, algo que me puede sacar de mí mismo, algo que me precede y toma la iniciativa). ¡Ojo! Y uno puede estar solo rodeado de mucha gente o con un ritmo elevado de actividades y relaciones. Este es el verdadero problema: ¿estáis solos o no? El resto son chorradas. Porque si uno está solo, puede gestionar esa soledad, esa nada, distrayéndose, de todas las maneras que queráis, como ahora describiremos con vuestras mismas contribuciones pero, de hecho, está solo, no hay ninguna novedad…

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