Necesitados de una luz verde

Manifiesto de los Bachilleres de CL España

2 de octubre. Pueblo de la Plana de Vic. Una muchacha de 17 años sorprende en sí cómo se tambalea lo que desde siempre había pensado: «Hoy por la mañana nos han leído el comunicado oficial de la institución donde estudio, que manifestaba la rabia y el rechazo por las actuaciones de violencia vividas contra los ciudadanos que estaban votando en los colegios. Me ha cabreado. Porque la violencia venía de los dos lados, aunque la de la policía fuera más brutal. Cuando se generaliza la mala actuación del Gobierno y la Guardia Civil y se mete en el mismo saco a todos los españoles me mata. A nosotros nos duele enormemente que nos llamen terroristas, pero acabamos haciendo lo mismo. Ni las noticias catalanas ni las españolas buscan la verdad, solo muestran lo que les interesa. La independencia que yo defiendo no es esta». Esta chica, después de leer la carta de un supuesto mosso apelando a no ejercer violencia el día 1 de octubre, terminaba diciendo: «No sé si será verdad o no, pero lo que me ha dado más vértigo ha sido el final: “¡Nos lo jugamos TODO!”. Me encuentro frente a un hombre que pone el peso de toda su vida en esto, un hombre cuya felicidad depende de una decisión política. Si la ideología es tan potente que nos ciega y el testimonio de mi experiencia (el encuentro cristiano) no es suficiente, ¿cómo construyo yo una luz verde que sea lo bastante fuerte como para romper la máscara de la ideología?».(...)