El triunfo de la paz sobre la guerra
¿Qué voz debería de tener Europa y España en el turbulento mundo de hoy? ¿A qué tipo de paz podemos y debemos aspirar? El sociólogo Víctor Pérez-Díaz afronta estas cuestionesSegún se explica en su web, FUNCAS es un centro de análisis –un think tank– dedicado a la investigación económica y social y a su divulgación, promoviendo la interacción entre la esfera académica y la economía real. Dentro de este marco se celebró el 19 de marzo una conferencia titulada “El triunfo de la paz sobre la guerra. La voz de Europa y España en el mundo de hoy” pronunciada por el prestigioso sociólogo Víctor Pérez-Díaz, que quiso aclarar para empezar que la voz no se refiere tanto a las declaraciones formales que pueden dar las élites sino que se refiere al modo de estar en el mundo de una sociedad que vive «un drama presente por una violencia que está más presente en el espacio público que en la rutina cotidiana que puede ser un remanso de paz frente a la algarabía del espacio público».
Poniendo en contexto la situación a nivel internacional afirmó que «los problemas de política internacional no son externos a nosotros sino internos ya que nos repercuten. La guerra en Ucrania nos involucra porque pone en cuestión nuestros recursos económicos, demográficos, militares y políticos y culturales más profundos».
En su reflexión sobre la postura europea en las últimas décadas el sociólogo se preguntaba «qué ha ocurrido en los 30 últimos años de implosión de la antigua Unión Soviética que Occidente no ha sabido interpretar correctamente en lo que se refiere a qué hacer con Rusia. Se ha conectado por la vía de las oligarquías, o por la vía de los tratos comerciales o por las vías de las astucias diplomáticas… pero eso no es suficiente. Se ha estado 40 años sin comprender la complejidad de lo que podía estar ocurriendo en la Rusia post-comunista». Recordó asimismo cómo lo que pasó en Crimea en 2024 pasó desapercibido.
Para Víctor Pérez-Díaz esta falta de voz de Europa es significativa de una profunda incapacidad estratégica para razonar con visiones a largo plazo. Otros ejemplos que puso de manifiesto el conferenciante sobre esa incapacidad para razonar a largo plazo son los acontecimientos en Gaza o la situación en Cataluña, ya a nivel doméstico. Todos estos ejemplos expresan una infracapacidad de las élites políticas para resolver el problema y dice mucho de la calidad del debate público y de las élites políticas.
Sin embargo, Pérez-Díaz no quiso limitarse en su crítica a las élites políticas ya que según él dichas élites tienen mucho que ver con el apoyo que antes o después reciban y con la orientación que pueda proceder de la sociedad en su conjunto. «No hay estrategias de construcción o reconstrucción de Europa o de España que sean imaginables sin el apoyo de una mayoría social estable, razonable y con cierta consistencia a lo largo tiempo del conjunto del país», aseveró el conferenciante.
Sobre el tema de la paz afirmó que no estamos hablando de declaraciones formales sino de comportamientos, conductas, hábitos y disposiciones permanentes por parte del conjunto de la población que se traducen no solo en votaciones sino en conductas coherentes y razonadas a lo largo del tiempo que corrigen a las élites en su deambular de un lado para otro.
El sociólogo dedicó atención al caso concreto de España, donde ve el riesgo de que su espacio público ceda ante una cultura de la cancelación, de la polarización y de la tergiversación. Para el sociólogo hay una cultura de la cancelación inscrita en una forma de entender la política de amigos-enemigos, en la negación del otro aunque sea la mitad del país. La consecuencia de esto es que se hace imposible afrontar las grandes tareas. Pérez-Díaz denunció cómo «desde un púlpito imaginario algunos pretenden excluir al oponente y no aprender de él». No es un problema de benevolencia sino de resolver los problemas colectivos.
En la segunda parte de la conferencia el sociólogo insistió en las memorias colectivas de una sociedad, ya que el error te abre los ojos frente a situaciones que has pasado. «Las generaciones se transmiten sus experiencias y ese trasiego de experiencias vividas da marco a los proyectos posibles como factibles y no como ensoñaciones». Ejemplo de esto son las enseñanzas terribles pero profundas e importantes que nos dejó la Guerra Civil respecto a qué hacer o no y cómo hacerlo. Para Pérez-Díaz la propia guerra es una memoria equívoca porque puede dar lugar al rencor y a la desmemoria o a la memoria contraria, o bien a una comprensión mutua del mutuo perdón y del mutuo acuerdo en la beligerancia extrema que se llevó a cabo.
En conclusión, para Pérez-Díaz el planteamiento sobre la voz de Europa o de España no es tanto sobre qué voces se están diciendo sino qué modo de ser está construyendo sobre una sociedad que vive atormentada. Esta mezcla de inquietud y de esperanza se debe salvaguardar no solamente por las élites sino por parte de unas sociedades que deben tomar la iniciativa en este momento dramático de la historia y hacerlo por una conversación razonable entre todos.