Un paso en el camino

Una enfermedad coronaria le convierte en población de especial riesgo ante la pandemia, lo que le obliga a vivir aislado dentro de casa. Pero ni siquiera eso le impide pertenecer y ponerse en camino

Estos días de confinamiento confirmo, más si cabe, que las circunstancias por las que Dios nos hace pasar constituyen un factor esencial de nuestra vocación, de la misión a la que nos llama. Son palabras de don Giussani que me acompañan especialmente desde hace ocho años y que se vuelven cada vez más pertinentes en mis días de “aislamiento” dentro del propio hogar. He sido operado de corazón en dos ocasiones en los últimos siete años para recambiarme la válvula aorta. Desde entonces, el Señor me ha permitido vivir la enfermedad como una llamada para hacerme más Suyo, como la forma en que reviste mi vida y la acompaña.

El trabajo de las últimas Escuelas de Comunidad está siendo muy oportuno en estos días de dolor y sufrimiento por la pandemia. Al trabajar el punto de la pertenencia, destaca don Giussani que esta traduce en experiencia concreta el encuentro con Jesús. La lectura me ha hecho caer en la cuenta de que ha sido preciso hacer un camino para que haya florecido la paz y la certeza en momentos críticos como este. Lo fue así en las dos operaciones de corazón y en esta situación de confinamiento, como lo ha sido a lo largo de mi vida. Solo un camino me ha permitido estar agradecido en medio de la tribulación, cierto de que la vida es para darla compartiendo las experiencias que vivo.
Roberto, Madrid