Querido Julián:
¿Qué nos arranca de la nada? El todo. El ser hecho carne.
Diez días de encierro en casa en Barcelona. No habría páginas para escribir todo lo que está naciendo en mí en cuanto conciencia de mi mismo. ¿Cuál es nuestra contribución en el mundo hoy? Vivir y compartir con los hombres la certeza de una Presencia. Solo cuento un ejemplo de esta tarde.

En Madrid, de donde soy, ya son muchos los padres de amigos que están entubados en estado crítico. Yo tengo un grupo de amigos de la infancia, amigos del pueblo, gente muy bien posicionada. La mayoría han recibido la tradición cristiana pero muy pocos viven la fe.
En el grupo de whatsapp uno ha colgado el mensaje de que la madre de Marta (una amiga de la infancia que no está en el grupo) había muerto de Covid. Marta fue una de mis primeros amores adolescentes. Hace unos cinco años que no la veo. La suelo enviar un mensaje por su cumpleaños. Le he escrito un mensaje que decía: «Marta, me han dicho que ha fallecido tu madre. Qué misterio el momento por el que nos toca pasar. Confía en que Dios la ha recibido en su seno. Está allí donde todo es nuevo, bueno y verdadero. Cuando puedas dime y te llamo. Rezo por ti».

Nada más enviar el mensaje me llama. Lloraba desconsoladamente. Me dice: «repíteme lo que me has dicho en el whatsapp. Repíteme que esta viva». Se lo repito. Se lo repito. «Marta, todo sería un sinsentido si acabase así la vida». Le hablo de mi madre y de mi certeza de donde está ella. «¿Cómo lo sabes?». Le hablo de mi encuentro con Cristo en la vida con 16 años. Ella me conocía bien a esa edad. Recuerda el cambio que di y lo pesado que era cuando se lo contaba. Lo impresionante es que se calma. Deja de llorar. Se serena. ¿Quién la ha serenado? Solo Jesús es capaz de serenar a una persona así, en esa situación. Igual que la viuda de Naín. Mujer, no llores. Antes de colgar me dice: «Si hace 25 años me dicen que me iba a pasar esto y quien me diría una cosa así fueras tú, de 20 personas posibles, tú serías el 21». Dios escoge la nada para hacerse presente. Hoy lo ha hecho. Un simple whatsapp a una antigua amiga que aparentemente ya no te unía nada con ella. Testimoniar la fe no es un discurso, es un whatsapp.
César, Barcelona
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