El obispo de Getafe a Comunión y Liberación: «No os canséis nunca de vivir la comunión»

Trescientas personas se dieron cita el 22 de febrero en Fuenlabrada para celebrar con monseñor Ginés García Beltrán la eucaristía en memoria del 15º aniversario de la muerte del Siervo de Dios Luigi Giussani

En su homilía, García Beltrán recordó las palabras que hace quince años pronunció Joseph Ratzinger en el funeral por Giussani. A raíz del evangelio, la exhortación de Jesús a «ser perfectos como el Padre» en el Sermón de la Montaña, el obispo planteó: «¿cuál es la clave para entender este sermón? La paternidad de Dios, que implica el reconocimiento de nuestra filiación. Si no somos hijos, el sermón de la montaña se quedaría en un precioso discurso utópico, imposible. Solo es posible desde el corazón de un Padre. Y si somos hijos, entonces somos hermanos, como muestra la dinámica de vuestra Fraternidad».

D. Ginés hizo un juego de palabras con términos muy manidos de su juventud, unidos a la revolución del 68, fecha en la que nació el Movimiento Comunión y Liberación. «Junto a la palabra utopía también se utilizaba mucho entonces la palabra compromiso, pero si no reconozco el don de Dios, ¿cómo voy a responder, cómo me voy a comprometer? Solo puedo responder a un don que reconozco, a esa paternidad».

Apelando al nacimiento del movimiento en aquellos años revolucionarios, monseñor García Beltrán lanzó la pregunta: «¿creéis que aquellos tiempos eran más fáciles que estos? Don Giussani se dio cuenta de que no era útil hablar a los jóvenes de la tradición de la Iglesia, pero en cambio sí hablarles al corazón, que permanecía intacto, y ahí Dios puede llegar porque su corazón es de Dios. Don Giussani se empeñó en llegar al corazón de los hombres, se apasionaba por el corazón del que tenía delante porque sabía que allí era donde podía llegar Dios. Y eso es lo mismo que vosotros hacéis. Es por esta razón que la Iglesia se puede presentar aún hoy como fraternidad y como comunión».

El obispo de Getafe animó a los miembros de CL presentes en su Diócesis: «no os canséis nunca de vivir la comunión. Ni de fortalecerla, ni de extenderla, ni de hacerla posible. Porque la comunión es mucho más que simpatía, y nuestra amistad nace de la comunión».

D. Ginés no quiso terminar su homilía sin apelar a una de las grandes preocupaciones de Don Giussani. «Hemos de educar el corazón del hombre. Para Giussani lo más importante era la educación. Y es que, como él decía, en la educación nos lo jugamos todo. Educar el corazón del hombre forma parte del Evangelio y de la evangelización. Aprendamos y eduquemos a dar gracias por todo el pasado, asumamos el reto del presente y miremos al futuro con esperanza».
Noticia publicada en diocesisgetafe.es