EncuentroCastellón: ¿Qué es el otro para mí?

El 7 y 8 de febrero tendrá lugar la quinta edición de Encuentro Castellón. Para adentrarnos en el evento, os proponemos la explicación del lema de este año.

Vivimos un momento histórico marcado por la incertidumbre, no sólo respecto al futuro, sino sobre nuestra propia identidad, sobre el significado y valor de la vida. En ese contexto la presencia del otro, del diferente, se convierte con frecuencia en moti­vo de desasosiego. Esa "diferencia", que no podemos anular ni someter, nos parece, a menudo, una amenaza de la que defendernos. Nos molesta aquél que no piensa como nosotros y, en la mayoría de las ocasiones, solo estamos dispuestos a entrar en diálogo con quienes apoyan nuestras ideas, o con aquellos a quienes creemos que vamos a ser capaces de convencer. El sociólogo Z. Bauman detectaba una tendencia creciente a vivir dentro de "islas de similares o semejantes, dentro de un mar de va­riedad y diferencia". Por eso, en esta nueva edición de Encuentro Castellón el hilo conductor será la pregunta "¿Qué es el otro para mí?"

Al haberse disuelto el vínculo con la experiencia de las generaciones anteriores (tra­dición) y al debilitarse los ámbitos comunitarios naturales, empezando por la familia, aparece ese desasosiego respecto a quiénes somos. Paradójicamente hoy se reivin­dica una especie de autodeterminación absoluta. Es una imagen de la libertad como ausencia total de vínculos, sin límites, y sin embargo, la experiencia de cada día nos permite verificar que eso no construye ni a la persona ni a la comunidad.

Todos tenemos experiencia de cómo nuestra humanidad florece cuando se encuen­tra con otro y reconoce en él su misma exigencia de verdad, de justicia y de felicidad, por diferente que sea.

En esta época donde impera el individualismo y el prejuicio con el que es diferente nos sorprendemos ante familias que acogen a niños con dificultades extremas, ante empresarios que arriesgan para generar riqueza sin que el beneficio y el corto plazo sean sus guías principales, ante personas que dedican su tiempo de ocio a acompa­ñar a los que están solos, ante maestros que siguen aceptando el arriesgado desafío de educar. En todos estos casos, la superación del miedo a la diferencia y la certeza del bien que supone encontrarse con el otro no han nacido de un análisis o de un voluntarismo, sino de la gratitud. Lo que verdaderamente somos sale a la luz dentro de una relación, ante la presencia de un amigo, de un maestro, de un testigo que nos permite reconocer nuestro propio rostro.

En Encuentro Castellón, a través de testimonios, exposiciones, mesas redondas, y de la propia convivencia entre los que quieran participar, queremos poner sobre la mesa experiencias de vida que ponen de manifiesto el valor intrínseco de la identi­dad de la persona, y, en cierta medida, señalar aspectos de la cultura contemporánea que van contra ella, con el objetivo de identificar el recorrido que permite reconocer al otro como un bien.