«El corazón del hombre es una mar, todo el universo no lo colmaría»

El comunicado final de PuntBCN

«El corazón del hombre es una mar, todo el universo no lo colmaría». En esta edición de PuntBCN nos preguntábamos si el deseo que caracteriza al hombre es una condena, si esta exigencia de felicidad entra en contradicción con el peso de las fatigas cotidianas. ¿Cómo vivir el trabajo? ¿Cuál es el sentido del dolor? ¿Qué esperamos del proyecto político común? Y si el hombre es este interrogante que anhela el cumplimiento de una vida feliz, ¿qué significa educar? Nos preguntábamos si la posición más realista es la escéptica, la que acepta que somos náufragos a la deriva en el mar de la aridez diaria. La misma existencia de PuntBCN desafía la desesperanza. Existe un lugar que nos permite redescubrir el bien que esperamos. Este espacio de convivencia, de vida, de belleza, desafía el pesimismo de la resignación y el miedo.



Vivimos un mundo que se está redefiniendo. A lo largo de estos tres días, los invitados han dado buena cuenta de ello. Sin embargo, que irrumpa en el corazón de Barcelona un lugar como este permite no caer en el desánimo. No nos hemos refugiado, no hemos necesitado retirarnos del mundo y sus afanes, ni de las urgencias que todos tenemos. Entre otras cosas, hemos escuchado del consultor Miguel Gallo que este es un momento histórico para las pymes si tejen un entramado de relaciones que favorezca la proximidad. El raper ZPU ha gritado con desgarro que «solo no se puede hacer nada». Y los empresarios Lluís Ventura y Fernando Abril han coincidido al invitarnos a vivir el trabajo sin que nos aísle de nuestra exigencia humana de realización y satisfacción, sostenidos por una compañía verdadera. No nos hemos alejado del afán que nos apremia a todos. Es aquí dónde ha emergido con toda su estatura la dignidad de una exigencia humana que quiere el universo entero...