Barcelona. De Venezuela a casa de Jorge

Conoció por casualidad a Ana y sus dos niños, que no tenían a dónde ir. De la acogida en familia a la belleza de varios días juntos. Y la gratitud por pertenecer a la Iglesia

Con algunos amigos, somos voluntarios en la parroquia de Santa Anna. Es un pequeño grupo de caritativa y quedamos una vez al mes. Además, los primeros domingos de cada mes vamos allí a misa de 12:30h varias familias con nuestros hijos pequeños, después de lo cual comemos con Mn. Peio y con algunas de las personas sin techo que andan por allí, descansando, comiendo o bebiendo, en lo que viene siendo el hospital de campaña que ha pedido el Papa en pleno centro de Barcelona.

El pasado lunes por la tarde quedé con el párroco para invitarle a un acto del Puntbcn, el encuentro cultural organizado por la comunidad de CL en Barcelona. Al salir de su despacho nos contaron que acababa de llegar una mujer venezolana con sus dos hijos. No tenía dónde dormir y la administración no se hacía cargo porque estaban desbordados. Eran casi las ocho y las puertas de la parroquia tenían que cerrar. Aquella familia cargada de maletas se iba a quedar en la calle.

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