Un corazón conmovido es más feliz
Bachilleres de toda España se dieron cita en Segorbe (Castellón) durante un fin de semana de Navidad. Una ocasión para sorprender qué es lo más querido. Y sucedió durante una noche de cantos…Hace unas semanas fui a la salida de Navidad propuesta para los bachilleres de toda España. La salida tenía una duración de tres días y era en Segorbe, un pueblo cercano a Benicasim, en Castellón. Salimos el día 28 de diciembre desde Sant Hipòlit de Voltregà, un pueblo de Cataluña, y volvimos el 30.
Ir a la salida era una propuesta que nos hizo César a todos los bachilleres que participamos en la escuela de comunidad en St Hipòlit. Intento ir a todas las salidas que César nos propone. Cuando voy a una salida, aparte de ver a mis amigos de Madrid o de otras partes de España, que no suelo ver muy a menudo, lo que me ayuda es ver qué es lo que quiero realmente para mi propia vida.
En mi caso, llegaba a la salida de Navidad con ganas de ver qué sucedería y con la esperanza de poderme ubicar de nuevo porque, en mi día a día, se me hace difícil seguir mi deseo o sorprenderme por las cosas bonitas que suceden a mi alrededor. Los dos primeros días estuve físicamente presente, pero sin darme cuenta de nada, sin fiarme de mi corazón ni de lo que se me proponía. Pero las cosas cambiaron la noche de cantos: me encantan los cantos, disfruté tanto que ¡me desperté ante aquella belleza que tenía delante! Al comprobar que si dejo que mi corazón se conmueva, yo soy más feliz, todo el tercer día estuve abierto a cualquier cosa que sucediera.
Al final la salida valió la pena porque sucedió justo lo que estaba buscando: ubicarme, encontrar un sitio en mi vida. Gracias a la salida volví a tener claro qué es lo que quiero: ser feliz, y yo soy feliz cuando estoy con esta compañía que se me ha dado, César, Betta (mis responsables)… Yo quiero vivir como ellos.
Arnau, Barcelona