Una ocasión para dejarse hacer

Dos voluntarias contemplan la quinta edición de sus “Migas Solidarias” en Getafe. «No son fruto de nuestro esfuerzo, sino la Obra de Otro a través de nuestro frágil sí»

Este es nuestro quinto año preparando las Migas Solidarias para contribuir a la campaña Manos a la Obra de CESAL y, como cada año, decidimos responder a la petición de un amigo, porque para nosotros, detrás del nombre CESAL encontramos amigos capaces de abrazar humanamente la necesidad de otros.

Lo primero que, edición tras edición, nos sorprende es la diversidad del grupo de personas que decide participar y sostener este gesto. Desde ingenieros físicos nucleares hasta amas de casa, sin olvidarnos de nuestros universitarios, bachilleres y juveniles.
La experiencia de estos años nos demuestra que las Migas Solidarias no son fruto de nuestro esfuerzo, de nuestro empeño, sino que son la Obra de Otro a través de nuestro frágil sí, convirtiéndose en una ocasión para dejarse hacer.

La jornada comenzó asistiendo juntos a misa de 10:30h todos los amigos que participamos en el gesto, donde se nos recordó que habíamos recibido el mayor regalo, la fe, y las Migas Solidarias son un momento privilegiado para ver esa fe en acción y crear relaciones nuevas.
Este año nos ha llamado especialmente la atención que, a pesar del día tan “desapacible” que el Señor nos regaló, la gente a la salida de misa de 12:30h no se marchaba corriendo a su casa, sino que se quedaba a compartir ese momento con nosotros. Este sencillo gesto, a pocos días de la Navidad, se convierte en ese espacio físico en el que se nos permite responder y dar razones a las inquietudes de los que se acercan a preguntar qué es CESAL y por qué hacemos este gesto de apoyo a sus proyectos. Más aún, las Migas Solidarias se convierten en ocasión de encuentro necesario para seguir un camino en comunión.

Una vez más, volvemos a casa cansadas, pero agradecidas y contentas. Y por encima de todo, ciertas de Su Presencia.
Luisa y Mónica, Getafe (Madrid)