Manifiesto de Venezuela
Nuestro país está viviendo días de tensión marcados por protestas y represiones que han tenido como resultado la muerte lamentable de tres personas, centenares de heridos, privados de libertad y desaparecidos.
Las protestas iniciadas por jóvenes universitarios pidiendo medidas contundentes por parte del gobierno para solucionar el flagelo de la inseguridad, la escasez de alimentos y los altos niveles de inflación, han terminado de manera violenta con presencia de grupos para-policiales.
La violencia nunca ha construido ni construirá una mejor sociedad, ni es capaz de solucionar los problemas que nos afectan a todos los venezolanos.
Sólo Cristo puede generar una humanidad capaz de mirar al otro hasta el fondo, superar diferencias de ideas, abrazar la diversidad y tener compasión. A partir de ese reconocimiento y la necesidad urgente de re-encontrarnos, tenemos la certeza de que la única salida a la crisis que vivimos es el diálogo sincero y respetuoso con todos.
El mayor signo que podemos dar al mundo los cristianos es una humanidad nueva, una autoconciencia capaz de generar espacios de diálogo y obras de comunión.
Nos sumamos al llamado de oración por la paz del país que han hecho nuestros Obispos y a las palabras del Papa Francisco, que en la Evangelii Gaudium nos recuerda que «en la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos».