El 9 de septiembre de 1522 desembarcaron en el puerto de las Muelas, Sevilla, dieciocho hombres famélicos y exhaustos. Acababan de culminar la vuelta al mundo después de pasar los últimos siete meses sin tocar tierra, con mucho la navegación más larga de la que jamás se había tenido noticia hasta entonces. De forma bastante insólita para la época, Juan Sebastián Elcano, capitán de la nao que logró la hazaña, la Victoria, tuvo la iniciativa de escribir al rey Carlos I antes de desembarcar para comunicarle la gran noticia: «Mas sabera tu alta magestad, lo que en mas avemos de estimar y tener es que hemos descubierto e redondeado toda la redondeza del mundo, yendo por el oçidente e venyendo por el oriente».

¿Qué llevó a estos hombres a aventurar sus vidas, así como a arriesgar el enorme rendimiento económico que les reportaría regresar con éxito a España? ¿Por qué se expusieron a morir de hambre, a naufragar en un mar desconocido, a mucha distancia de tierra firme, a ser apresados por la potencia «rival» que habría confiscado la valiosísima carga que llevaban? ¿Por qué, después de un viaje de más de tres años y múltiples logros, el que más valoraban de todos ellos era que habían logrado dar la vuelta al mundo?

La exposición «Primus Circumdedisti Me»: la primera vuelta al mundo como expresión del ideal descubre al visitante no solo el increíble recorrido y los acontecimientos más significativos de esta epopeya casi sin igual en la historia, sino que profundiza en qué hizo posible que estos dieciocho hombres, y las decenas que quedaron por el camino, emprendieran esta aventura sin par.

«El corazón está hecho para el ideal. (…) El ideal nace de la naturaleza de la que estamos hechos; nace de lo que nos ha hecho, y es una dirección siguiendo la cual, con el pasar del tiempo, se va volviendo cada vez más evidente y cierto aquello a lo que aspiramos (Luigi Giussani, Los jóvenes y el ideal).
Esta exposición se podrá visitar en EncuentroMadrid del 11 al 13 de noviembre.