Una oportunidad histórica

El manifiesto de CL tras la visita de Benedicto XVI a las ciudades españolas de Santiago de Compostela y Barcelona, donde consagró el templo de la Sagrada Familia, obra de Antoni Gaudí.
Comunión y Liberación

“La belleza es la gran necesidad del hombre”.
¿Quién no se ve descrito en esta afirmación? Sintetiza todo aquello por lo que nos movemos, por
lo que trabajamos o amamos. Con esta afirmación, Benedicto XVI se ha presentado ante nosotros
mostrando su pasión por el hombre real, el que ama la razón y la libertad, el que desea la felicidad y anhela la belleza. Y lo ha hecho de un modo concreto, indicando un lugar de belleza: la Sagrada Familia de Barcelona, una obra que sorprende y cautiva a millones de personas.
Al entrar en el templo, ¿quién no se ha sentido herido por su belleza, aunque sólo sea por un instante? Gaudí, su genial arquitecto, “abriendo su espíritu a Dios ha sido capaz de crear en esta ciudad un espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre al encuentro con quien es la Verdad y la Belleza misma”. Y es que “la belleza es reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo”. (...)